P. Vizcay/DIARIO DE LEÓN
La temporada del jabalí está a punto de finalizar. Pese a que la normativa fija el día 15 como último día, el hecho de que caiga en viernes supone que, en la práctica, haya sido ayer domingo, día diez de febrero cuando se han celebrado las últimas monterías de jabalí en la provincia de Ávila.
La mayoría de los acotados que disponen de esta especie en sus Planes Cinegéticos están aprovechando las buenas condiciones del monte para despedir la temporada. Los resultados que se están conociendo no son buenos, bastante inferiores en todo caso a los de la pasada campaña que fueron aceptables. Si tenemos en cuenta que los datos oficiales representan un porcentaje bastante más bajo que la realidad, ya que se realizan muchos ganchos sin autorización expresa, las cifras de esta temporada 2.007-2008 podrían ser algo mejores. Según la opinión de los titulares de Cotos las verdaderas cifras solo las conocen los veterinarios que analizan la carne, ya que hoy en día nadie se atreve a consumir carne de jabalí que no esté debidamente analizada, pues el peligro de triquinosis es bastante mayor en esta especie que en su pariente el cerdo doméstico.
De la abundancia de jabalí en pasadas temporadas da una idea el hecho de que una parte de los animales abatidos se abandonaban en el monte para ser consumidos por las alimañas. El enorme engorro que supone para muchos cazadores, especialmente los que vienen de fuera o viven en un piso, el cargar con el animal, analizar la carne y despiezarlo, desanima a los monteros que prefieren quedarse sin la ración de correspondiente.
Por otra parte está el riesgo, bastante alto, de que aparezca la triquinosis sin olvidar la tarifa veterinaria que duplica a la de un cerdo, dado que requiere un doble análisis porque el riesgo es mayor. Cuando en las cacerías se matan pocos bichos, como en esta temporada, la carne se reparte sin dificultad, siendo en muchas ocasiones destinada al consumo en comidas o cenas colectivas de los propios monteros. En otras ocasiones sustituye al cerdo doméstico a la hora de realizar la tradicional matanza. La carne de jabalí tiene menos grasa que la del cerdo doméstico, por lo que a los chorizos es preciso añadirles tocino. De esta forma se evita que se sequen o endurezcan de forma prematura. En todo caso bien elaborados tienen un sabor excelente.
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